Somos menos felices durante el fin de semana, o al menos esto asegura Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo y sociólogo croata y residente en Estados Unidos que acuñó y desarrolló el término fluir.
Su teoría se basa en estudios y encuestas que muestran la cantidad de gente que no sabe qué hacer en su tiempo libre, que se siente desamparada y perdida en un mar de oportunidades ilimitadas y termina no haciendo nada, o se apoltrona el sofá, con el mando de la tele y la cerveza en la mano. ¿Cuándo somos más felices entonces? Todavía que no siempre nos damos cuenta, es en el trabajo (la actividad adulta que más se asemeja a un juego infantil, según el sociólogo) cuando somos más felices, porque es aquí donde más oportunidad tenemos de fluir.
En su libro Fluir (Kairós), Csikszentmihalyi define fluir como el momento en que funcionamos a pleno rendimiento y estamos concentrados en la actividad que realizamos, lo que nos llevará a alterar la percepción del tiempo, a olvidarnos del yo y experimentar una felicidad mucho más profunda que la simple obtención de placer.
Para que esto ocurra, el psicólogo cree que es necesario que haya un equilibrio entre nuestras habilidades y los desafíos a que nos enfrentamos. Por ello, el peor acoso laboral es impidiedir la posibilidad de fluir, ya sea a través de tareas demasiado fáciles, que nos llevan al aburrimiento, o a través de tareas demasiado complicadas, que nos provocan estrés. Por ello Csikszentmihalyi nos propone a Aprender a fluir y ser feliz en el trabajo.
El psicólogo croata Mihaly Csikszentmihalyi nos enseña cómo fluir (Kairós) y que seamos conscientes de las nuestras habilidades y fijamos «metas bien definidas y alcanzables », que proporcionen una «retroalimentación inmediata », Como el escalador que ve retribuido su esfuerzo con un par de metros más cerca de la cima. Cuando esto ocurra, la maquinaria del flujo estará en marcha. Ya sabemos que un tercio de la vida lo pasamos durmiendo, pero lo que no siempre somos conscientes es que el resto del tiempo no siempre estamos despiertos.
Según Csikszentmihalyi, un tercio de nuestra vigilia lo pasamos haciendo «actividades de mantenimiento», como vestirnos, desplazarnos o comer, actividades necesarias pero que solemos hacer sin poner en ellas atención. Otro tercio del tiempo que no pasamos durmiendo lo dedicamos a «actividades productivas», como trabajar o estudiar. Y el último tercio es para las actividades de ocio.
El psicólogo y antropólogo propone que intentemos fluir llevando a cabo todas estas actividades, nos gusten o no. «No sólo tienes que soportar lo que es necesario, sino que lo has de amar», manifestó Friedrich Nietzsche. Para ello, debemos empezar siendo conscientes de todo lo que hacemos, incluso de las «actividades de mantenimiento» más triviales. Cuando comemos, que nada nos distraiga de los grannos de arroz que nos metemos en la boca: el psicomago Aleksandro Jodorowsky hacía que sus hijos contaran los granos de arroz que comían, y así los obligaba a centrarse sólo en el aquí y el ahora. Si conseguimos fluir en todos los aspectos de la vida, lograremos que no haya diferencia entre el ocio y el trabajo, de manera que podremos ser felices aunque nuestro entorno nos lleve a lo contrario. Si no, ¿cómo se entiende que alguien pase toda su vida intentando correr una décima más deprisa? Parece una tontería, pero los que lo hacen saben que tienen el control de sus vidas.
Han encontrado una meta por la que vale la pena esforzarse, y cuando se entrenan o compiten, todo fluye. Los otros, mientras seguimos creyendo que la felicidad es sólo experimentar placer, seguiremos maldiciendo la llegada del lunes.
Fuente: Gaspar Hernandez “Ser feliç a la feina”
Adjuntamos una entrevista de Eduard
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