No hagas suposiciones.
Tendemos
a hacer suposiciones y a sacar conclusiones sobre todo. El problema es
que al hacerlo creemos que lo que suponemos es cierto y montamos una
realidad sobre ello. Y no siempre es positiva o está guiada por la
confianza o el amor, sino más frecuentemente por el miedo y nuestra
propia inseguridad.
Deduzco
que alguien se ha enfadado conmigo porque no respondió a mi saludo al
cruzarnos y mi mente organiza toda una realidad sobre eso. Y se rompen
puentes entre la otra persona y yo, difíciles de salvar. Lo mismo con
nuestra pareja, con la vecina, con la escuela. Creamos realidades en
base a comentarios o elementos sueltos (cuando no en base a chismes
malintencionados).
"La
manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las
cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes
todo sobre esa situación en particular", insiste
Miguel Ruiz. En última instancia y si te dejas guiar por la buena
voluntad, siempre te queda la confianza... y la aceptación.
Nunca nada que pasa fuera es personal. Pero en cualquier caso, NO SAQUES CONCLUSIONES PRECIPITADAMENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario