lunes, 26 de abril de 2010

Que son las zonas erógenas?

Además de la piel, todo el cuerpo puede ser considerado una zona erógena. No hay ningún punto de la anatomía humana que no reaccione de una u otra forma, ante un estímulo correcto. Sin embargo existen ciertas zonas, específicamente adaptadas para el contacto, que se caracterizan por una abundante cantidad de terminales nerviosas.

Los llamados puntos erógenos, existen en todas las persona y si bien suelen repartirse por sexo, cada persona reacciona con mayor o menor intensidad a cada uno de ellos. La búsqueda de estos centros de placer puede iniciarse por cualquier parte del cuerpo.

Es muy importante aprender a acariciarse y dejarse acariciar. No hay que concentrarse únicamente en las zonas erógenas comunes, ya que la piel está compuesta de una infinidad de puntos sensibles que hay que descubrir días tras día.

La abundancia de terminales nerviosas es la razón por la cual la estimulación de estos puntos es tan placentera, pero es también el motivo por el cual puede experimentarse cierto dolor.

Para que solo se trate de placer, es necesario saber como tocar los puntos. La destreza del amante a la hora de explorar el cuerpo de su pareja, asó como también la predisposición del receptor, son aspectos fundamentales para una experiencia erótica positiva.

El descubrimiento y exploración de las zonas erógenas debe ser cariñoso, sensual y pensado, es decir decidiendo previamente que partes del cuerpo quedan fuera del juego.

Los puntos erógenos se dividen en dos grandes grupos, de acuerdo a su aproximación con el acto sexual.

Zonas erógenas primarias

Son las partes del cuerpo más erógenas, las que mejor responden ante cualquier toque sensual y la mejor vía para llegar a la excitación sexual. Se trata entre otros de la punta de los pezones y el clítoris en la mujer, el pene y las tetillas en el hombre.

Zonas erógenas secundarias

El cuello, el centro de la espalda, las orejas, la garganta, los labios, la parte anterior de las piernas, los muslos, glúteos, la nuca, los pies, el vientre y la ingle, son partes del cuerpo que responden con altos niveles de placer y excitación, aunque con menor grado que los primarios

Más allá de lo que la estimulación de estos puntos signifique sexualmente, el contacto de piel contra piel es una de las formas más sencilla y placenteras de alcanzar la armonía mental y espiritual.

Difícilmente exista una mejor forma de equilibrar cuerpo y mente.

En todo el cuerpo es probable que no haya una zona más propicia para la estimulación sexual que las manos, con más de 40.000 terminales nerviosas. Además de llevar adelante una buena cantidad de juegos y caricias, pueden ser directamente estimuladas con la lengua o con los dedos. Las manos son las mejor aliadas para descubrir otra zona erógena, tanto para acariciar como para ser acariciadas.

El cabello pocas veces es tenido en cuenta como una zona de impacto sexual. Sin embargo es común que muchas personas sientan placidez cuando se les acaricia el cabello. El masaje del cuero cabelludo produce un relax que resulta recomendable al comienzo y al final del acto sexual. La mejor forma de aplicarlo es utilizando los pulgares en forma circular.

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